Karol G cura el 'cora' del Bernabéu en su primera noche acuática: "Se puede luchar por vuestros sueños"
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Existen pocas canciones que consigan sobrevivir al efímero paso del tiempo. Y aún más cuando hablamos de los sencillos actuales. Sin embargo, eso no parece ocurrirle a Karol G. La popularmente conocida como La Bichota ha conseguido que, con tan sólo unos acordes, el estadio Santiago Bernabéu se viniera abajo la pasada noche al ritmo del reguetón. Formando parte de su gira ‘Mañana será bonito’, la colombiana ha conseguido hacer un pleno en su primera noche, reafirmándose como reina del perreo.
La marea rosa
Alrededor de las siete y media de la tarde, seguidoras de la artista y procedentes de todas las partes del mundo se congregaban en las puertas del estadio de la capital. Botas y gorros vaqueros, minifaldas, trenzas, cuerpos llenos de purpurina y diamantes…, pero siempre el rosa como color predominante. Un color que coincide con la estética de la colombiana, quien subió al escenario pasada las nueve y media con los últimos rayos de sol colándose por los entresijos del imperio madridista.
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Con una introducción como si de un cuento infantil se tratase, una sirena comenzó a inflarse en medio del escenario y tras ella, se alzó la cantante. Con un mono con transparencias y diamantes, su pelo rosa en cascada y perfectamente planchado, dio la bienvenida con los primeros compases de ‘TQG’, su número uno en colaboración con Shakira. “Vamos a pasar la noche más chimba del mundo”, gritaba como saludo. Desatando la euforia del público, la cantante se paseó, a continuación, por la pasarela que terminaba en una plataforma en forma de flor al ritmo de ‘Besties’ y ‘Mi cama’.
Aunque si de lo cura se trata, esa fue la que generó con ‘Tusa’. El tema de 2019 que creó junto a la rapera Nicky Minaj se coló en las discotecas de todos los rincones de España, coronándose como canción del verano de ese mismo año. Un aspecto que la ‘Bichota’ se encargó de recordar y agradecer: “Es guay volver en el tiempo con una de sus favoritas. Gracias a ustedes, aquí en España llegué al número uno”. Ene se momento, las pulseras, que llevaban cada uno de los asistentes en sus muñecas, se iluminaron de distintos tonos de rosa, creando todo un espectáculo visual que complementó con fuegos artificiales y láseres.
El cuento del resurgir
Con el público en lo más alto, el cuento continuó. Las pantallas volvieron a iluminarse, esta vez con una sirena como protagonista llamada Carolina. Se trata de una historia de evolución y superación, como una mariposa, que hizo a la cantante convertirse en ‘LA BICHOTAG’. De ahí que aprovechara el momento para cantar el sencillo que forma parte de su último álbum y a quien dedicó a “todas las reinas y bichotas”. Todo ello, con un nuevo cambio de la puesta en escena y de vestuario, con un top y una minifalda, combinado junto a unas orejeras y gafas rosas. “Esa energía, familia”, alentaba a las casi 70.000 personas que llenaban el estadio mientras se encontraba montada en el tiburón que sobresalía del escenario.
Junto a él, le siguieron ‘Amargura’ y ‘Oki Doki’, don canciones en las que no faltaron ritmo ni calentura, porque, al ambiente caldeante que ya estaba dejando con sus canciones y sus coreografías con el cuerpo de baile, se le añadió un nuevo elemento: llamas de fuego que salían de lo más alto de la estructura del escenario.
Del mismo modo, la cantante se paseó por el escenario acercándose a las primeras filas del público para leer sus mensajes escritos en los carteles. Con alguna que otra felicitación de cumpleaños y bromas, procedió a presentar una de sus canciones favoritas del disco, ‘Mañana será bonito’, ya que fue ahí cuando, de acuerdo con sus palabras, “comenzó a presentarse como Carolina” y porque es “una loca enamorada”.
El mar en calma
Con el Tsunami Karol G en su punto más álgido, volvió a poner la marea en calma. Tras una intensa coreografía por parte de sus bailarines, la colombiana apareció montaba sobre una nube. Esta la paseó por toda la pasarela junto a su pianista, mientras el público se sumergía en el azul de sus pulseras, precisamente para interpretar ‘Ocean’, el número uno que la catapultó a lo más alto.
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Todo ello, de nuevo, con un cambio de vestuario incluido. Para esta ocasión optó por un top y una falda larga de lentejuelas y una flor exótica en el pelo. Un estilo muy veraniego con el que cantó sus temas más pausados como 'Mientras me curo del corazón'.
La ola final
Pero poco duró esa calma, porque pronto hizo al público bailar con una de las candidatas a convertirse en canción del verano de este año, ‘Si antes te hubiera conocido’. La entrega era total y como cualquier cuento, todo tiene su final y el de la Bichota quedó en lo más alto. Como auténtica estrella, volvió a la parte trasera de los escenarios para hacer un último cambio de ropa. Dominado siempre por la purpurina y el dorado, esta vez escogió un top y unos pantalones combinados con una banda en su pelo. Banda que más tarde fue escondida por un sombrero de auténtica ‘cowboy’.
Un ‘look’ perfecto para sus últimas canciones con puro ritmo latino. Con el público, brindó con un ‘shot’ y ‘200 copas’, bromeando que “tomarse un ‘shot’ con la Bichota da fortuna, abundancia y amor”. Tras él, llegó ‘Mamii’, con la que terminó realmente emocionada y sorprendida con la energía del público a pesar del calor y las dos horas de concierto. Este no dudó en cantar a coro ‘Bichota’ mientras la colombiana no podía contener las lágrimas.
Agradeciendo a todos los asistentes, cogió una bandera de España y procedió a dar el discurso final. “Cada final es un nuevo comienzo. Vivan la vida porque sólo hay una y se puede luchar por vuestros sueños como yo lo he hecho hoy”. Con estas últimas palabras, la cantante se despedía por todo lo alto desatando la locura total con un ‘remix’ de su número uno más popular, ‘Provenza’.
Tan sólo ha sido la primera de las cuatro paradas que tiene pensadas dentro del estadio de la capital, pero, sin duda, todo apunta a que la Bichota no va a defraudar.
